El Dibu Martínez quiere ser un hombre de cuartos de final de Champions. Por eso, tratarán de sellar el boleto a la siguiente instancia. Aston Villa recibe a Brujas de Bélgica en Birmingham. En la ida, los dirigidos por Unai Emery ganaron 3-1 y tratarán de hacer valer esa ventaja en casa. Seguilo en Olé. Ganando, empatando o hasta perdiendo por un gol de diferencia. En caso de igualdad en el marcador al cabo de los 180 minutos de juego globales, habrá alargue. Y de continuar el empate, penales. Fuente: Olé Deporte Internacional
El Liverpool de Mac Allister y el Aston Villa del Dibu se sacaron chispas en Villa Park. Y no fue para menos. Ambos equipos igualaron 2-2 en un partidazo. Los Reds, que llegaban como punteros, lo hicieron con la intención de estirar su ventaja sobre el Arsenal (escolta), pero enfrente se encontraron con un equipo durísimo. Con el Dibu como estandarte y su gente a la espalda, el Aston Villa no se dejó amedrentar y supo competir de igual a igual.Por eso mismo, no resulta raro que, en Birmingham, quienes propusieron el rumbo del partido durante todo el tiempo fueron los locales. Con un enfoque lleno de agresividad ante un rival que se notó desdibujado, al menos en los primeros compases del duelo. Porque, claro, si bien el papel de los Villanos fue dignísimo, con el correr de los minutos fue perdiendo intensidad, claridad y, por supuesto, empuje. Lo que le costó bastante caro.Un descuido en la salida de Alex García le bastó a los locales para, de la nada, encontrarse 1-0 abajo. El lateral español le regaló la pelota a Diogo Jota, quien se metió con viveza al área y tiró el pase al medio para Mohamed Salah. El egipcio definió de primera y puso en ventaja a los Reds con un disparo que el Dibu nada pudo hacer. El golpe fue brutal, pero el aliento no cesó, y los Villanos decidieron amargarle la fiesta al Liverpool. Con las mismas bases que al comienzo, pero con la sangre en el ojo, el Aston Villa creció en su juego y logró dar vuelta la historia: primero con un gol de córner concretado por Youri Tielemans, y luego con una jugada espectacular que Ollie Watkins inició y finiquitó para el 2-1 poco antes del descanso.El segundo tiempo fue otro cantar. Porque los Reds, necesitados de sumar al menos un punto para mitigar el daño, se dedicaron a hacer lo que mejor les sale: apabullar al rival. Dicho esto, las situaciones en el complemento fueron todas para la visita, quien aún así parecía no encontrarle la vuelta, o al menos hasta que Salah se escapó por la banda y le dio el pase a Alexander-Arnold, quien remató desde el área. Con la ayuda de Tyrone Mings, que se interpuso en el camino de la pelota, terminó complicándole la jugada al Dibu, para el 2-2 final.Aunque quedaba tiempo para un susto o una heroicidad, porque el Liverpool quiso ganar hasta el final y casi lo logra con un contraataque dejando a Darwin marcharse solo. Sin embargo, el Dibu, que estaba atento a la jugada, se alejó de su propia área para salir a cortar, evitar el peligro y así cerrar el duelo en igualdad. Claro que desde la previa, el empate no le servía a ninguno. El Liverpool quedó con 61 unidades y no pudo despegarse (los Gunners tienen 53 con un partido menos), mientras que los Villanos (39) no pudieron sumar dos puntos vitales en la lucha por la clasificación a las copas internacionales.
El Aston Villa hizo todo para ganarlo, pero se quedó con las manos vacías. O mejor dicho, con un solo punto. Dominó, tuvo la pelota, generó situaciones, pero el Ipswich Town, que va anteúltimo en la Premier, fue efectivo y dejó mudo al Villa Park. Emiliano Martínez, firme en el arco, no tuvo mucho trabajo, pero tampoco pudo evitar el gol rival. Tras un primer tiempo aburrido, que tuvo como único condimento la lesión del delantero paraguayo J ulio Enciso que salió de la cancha llorando, el equipo de Unai Emery arrancó enchufado el complemento, con ganas de llevarse puesto al Ipswich. Pero en una jugada aislada, cuando iban diez minutos, Liam Delap silenció el estadio con un derechazo letal. El delantero aprovechó un centro perfecto de Omari Hutchinson y la mandó a guardar abajo, al palo izquierdo. El Dibu se estiró y pegó un gran arrastrón, pero no llegó. Los Villanos reaccionaron rápido y se lanzaron al ataque con todo. Fue un monólogo. Los números lo dicen: 26 remates contra sólo cuatro del Ipswich y 69% de posesión. Pero entre la falta de puntería, los palos y el arquero rival, el grito de gol se hizo esperar. A los 23 minutos del ST, tras un tiro libre bien ejecutado de Marcus Rashford que pegó en el palo, Ollie Watkins agarró un rebote en el área y fusiló al arquero Alex Palmer para poner el 1-1. Parecía que la remontada estaba al caer, que el Aston Villa lo daba vuelta. Pero el Ipswich se metió atrás y resistió como pudo. Hubo chances hasta el final. Rashford tiró magia con un caño sobre Ben Johnson a los 47’ y asistió a Morgan Rogers, que casi lo gana en la última. Pero Palmer, la figura del Ipswich, sacó todo. El Dibu, con su estilo de líder dentro del área, ordenó a su defensa, jugó adelantado para cortar cualquier intento de contra y hasta intentó meter presión en cada córner a favor. Pero el Aston Villa se quedó sin tiempo y dejó pasar una oportunidad se subir más en la tabla de la Premier para quedar cerca de los puestos de copas europeas. El empate deja al equipo del arquero de la Scaloneta en el noveno puesto con 38 puntos, lógicamente lejos de la pelea por el título, pero en carrera por los puestos europeos (quedó a cinco puntos del Bournemouth que marcha 5°). Por más de que tenga el foco puesto en los octavos de la Champions, ahora se le viene Chelsea de Enzo Fernández de local, un duelo clave para no perder terreno en la liga. Mientras tanto, el Ipswich, que suma apenas 17 puntos, sigue luchando por evitar el descenso y la próxima fecha se las verá contra el Tottenham. Aston Villa mereció más, pero el fútbol no siempre es justo. Y el Dibu, que no tuvo tanto trabajo, no pudo evitar que su equipo se fuera con un sabor amargo.
El Dibu Martínez quiere ser un hombre de cuartos de final de Champions. Por eso, tratarán de sellar el boleto a la siguiente instancia. Aston Villa recibe a Brujas de Bélgica en Birmingham. En la ida, los dirigidos por Unai Emery ganaron 3-1 y tratarán de hacer valer esa ventaja en casa. Seguilo en Olé. Ganando, empatando o hasta perdiendo por un gol de diferencia. En caso de igualdad en el marcador al cabo de los 180 minutos de juego globales, habrá alargue. Y de continuar el empate, penales. Fuente: Olé Deporte Internacional
El Liverpool de Mac Allister y el Aston Villa del Dibu se sacaron chispas en Villa Park. Y no fue para menos. Ambos equipos igualaron 2-2 en un partidazo. Los Reds, que llegaban como punteros, lo hicieron con la intención de estirar su ventaja sobre el Arsenal (escolta), pero enfrente se encontraron con un equipo durísimo. Con el Dibu como estandarte y su gente a la espalda, el Aston Villa no se dejó amedrentar y supo competir de igual a igual.Por eso mismo, no resulta raro que, en Birmingham, quienes propusieron el rumbo del partido durante todo el tiempo fueron los locales. Con un enfoque lleno de agresividad ante un rival que se notó desdibujado, al menos en los primeros compases del duelo. Porque, claro, si bien el papel de los Villanos fue dignísimo, con el correr de los minutos fue perdiendo intensidad, claridad y, por supuesto, empuje. Lo que le costó bastante caro.Un descuido en la salida de Alex García le bastó a los locales para, de la nada, encontrarse 1-0 abajo. El lateral español le regaló la pelota a Diogo Jota, quien se metió con viveza al área y tiró el pase al medio para Mohamed Salah. El egipcio definió de primera y puso en ventaja a los Reds con un disparo que el Dibu nada pudo hacer. El golpe fue brutal, pero el aliento no cesó, y los Villanos decidieron amargarle la fiesta al Liverpool. Con las mismas bases que al comienzo, pero con la sangre en el ojo, el Aston Villa creció en su juego y logró dar vuelta la historia: primero con un gol de córner concretado por Youri Tielemans, y luego con una jugada espectacular que Ollie Watkins inició y finiquitó para el 2-1 poco antes del descanso.El segundo tiempo fue otro cantar. Porque los Reds, necesitados de sumar al menos un punto para mitigar el daño, se dedicaron a hacer lo que mejor les sale: apabullar al rival. Dicho esto, las situaciones en el complemento fueron todas para la visita, quien aún así parecía no encontrarle la vuelta, o al menos hasta que Salah se escapó por la banda y le dio el pase a Alexander-Arnold, quien remató desde el área. Con la ayuda de Tyrone Mings, que se interpuso en el camino de la pelota, terminó complicándole la jugada al Dibu, para el 2-2 final.Aunque quedaba tiempo para un susto o una heroicidad, porque el Liverpool quiso ganar hasta el final y casi lo logra con un contraataque dejando a Darwin marcharse solo. Sin embargo, el Dibu, que estaba atento a la jugada, se alejó de su propia área para salir a cortar, evitar el peligro y así cerrar el duelo en igualdad. Claro que desde la previa, el empate no le servía a ninguno. El Liverpool quedó con 61 unidades y no pudo despegarse (los Gunners tienen 53 con un partido menos), mientras que los Villanos (39) no pudieron sumar dos puntos vitales en la lucha por la clasificación a las copas internacionales.
El Aston Villa hizo todo para ganarlo, pero se quedó con las manos vacías. O mejor dicho, con un solo punto. Dominó, tuvo la pelota, generó situaciones, pero el Ipswich Town, que va anteúltimo en la Premier, fue efectivo y dejó mudo al Villa Park. Emiliano Martínez, firme en el arco, no tuvo mucho trabajo, pero tampoco pudo evitar el gol rival. Tras un primer tiempo aburrido, que tuvo como único condimento la lesión del delantero paraguayo J ulio Enciso que salió de la cancha llorando, el equipo de Unai Emery arrancó enchufado el complemento, con ganas de llevarse puesto al Ipswich. Pero en una jugada aislada, cuando iban diez minutos, Liam Delap silenció el estadio con un derechazo letal. El delantero aprovechó un centro perfecto de Omari Hutchinson y la mandó a guardar abajo, al palo izquierdo. El Dibu se estiró y pegó un gran arrastrón, pero no llegó. Los Villanos reaccionaron rápido y se lanzaron al ataque con todo. Fue un monólogo. Los números lo dicen: 26 remates contra sólo cuatro del Ipswich y 69% de posesión. Pero entre la falta de puntería, los palos y el arquero rival, el grito de gol se hizo esperar. A los 23 minutos del ST, tras un tiro libre bien ejecutado de Marcus Rashford que pegó en el palo, Ollie Watkins agarró un rebote en el área y fusiló al arquero Alex Palmer para poner el 1-1. Parecía que la remontada estaba al caer, que el Aston Villa lo daba vuelta. Pero el Ipswich se metió atrás y resistió como pudo. Hubo chances hasta el final. Rashford tiró magia con un caño sobre Ben Johnson a los 47’ y asistió a Morgan Rogers, que casi lo gana en la última. Pero Palmer, la figura del Ipswich, sacó todo. El Dibu, con su estilo de líder dentro del área, ordenó a su defensa, jugó adelantado para cortar cualquier intento de contra y hasta intentó meter presión en cada córner a favor. Pero el Aston Villa se quedó sin tiempo y dejó pasar una oportunidad se subir más en la tabla de la Premier para quedar cerca de los puestos de copas europeas. El empate deja al equipo del arquero de la Scaloneta en el noveno puesto con 38 puntos, lógicamente lejos de la pelea por el título, pero en carrera por los puestos europeos (quedó a cinco puntos del Bournemouth que marcha 5°). Por más de que tenga el foco puesto en los octavos de la Champions, ahora se le viene Chelsea de Enzo Fernández de local, un duelo clave para no perder terreno en la liga. Mientras tanto, el Ipswich, que suma apenas 17 puntos, sigue luchando por evitar el descenso y la próxima fecha se las verá contra el Tottenham. Aston Villa mereció más, pero el fútbol no siempre es justo. Y el Dibu, que no tuvo tanto trabajo, no pudo evitar que su equipo se fuera con un sabor amargo.